¿Qué son los detectores de movimiento?
Los detectores de movimiento son unos pequeños dispositivos que permiten identificar cualquier movimiento que se realice delante de su ángulo de visión. Según con los parámetros con los que se configuren dichos dispositivos, estos, al detectar un cuerpo en movimiento, activarán el sistema de seguridad haciendo sonar la sirena de la alarma, bloqueando los accesos, activando las luces del recinto o, activando cualquier sistema de disuasión/alerta que se haya configurado previamente, tras una señal de alarma.
Los detectores de movimiento son, normalmente, de dos tipos (atendiendo a su tecnología):
- De infrarrojos (los más comunes, y económicos)
- De microondas (algo más inusuales)
A estos detectores se les llama así: «Detectores por Infrarrojos» o «Detectores por Microondas».
Cada tecnología se apoya en una propiedad física de los objetos respecto a su entorno para determinar si en el espacio vigilado existe un intruso: bien la emisión de calor (detector de infrarrojos) o bien reflexión de ondas (detector de microondas).
¿Cómo funcionan los detectores de movimiento?
Detectores por infrarrojos
Funcionan captando la temperatura de distintas zonas del área vigilada, aislando los puntos a distinta temperatura del entorno y analizando el movimiento de estos puntos. Simplificando un poco, sería como hacer dos fotos de una zona y poniéndolas una encima de otra para ver si son iguales, o ha habido un cambio entre ellas dos. Cada fabricante incorpora algoritmos propios para analizar el tamaño de los puntos, su velocidad, incluso su comportamiento y, así determinar si lo que se está moviendo es una persona, o una corriente de aire.
Tienen la ventaja de que al usar infrarrojos para detector los distintos cuerpos, pueden «ver» en la oscuridad, pero también la desventaja de que necesitas una diferencia de temperatura entre el objeto a detectar y la temperatura del fondo sobre el que se desplaza, por lo que en días calurosos de verano, necesitan compensar la temperatura ambiental para no perder sensibilidad, y además pueden llegar a ser burlados si el intruso se oculta detrás de un objeto que no conduzca el calor.
Detectores por microondas
Estos funcionan de manera similar a un radar: emiten una señal de alta frecuencia, y «escuchan» el eco de esta al rebotar en las paredes y objetos del área vigilada.
Cuando un objeto que está reflejando una onda se mueve respecto al origen se produce lo que se denomina:
Efecto Doppler: en función del movimiento del objeto, la frecuencia de la señal rebotada varía respecto a la señal recibida. Esta variación puede analizarse y nos da una idea del tamaño, dirección y velocidad de movimiento del objeto.
Aplicando, nuevamente, algoritmos, los detectores discriminan la señal generada por un intruso de la generada por las aspas de un ventilador, por ejemplo. Tienen la ventaja de que son muy difíciles de sortear, pues la señal atraviesa paredes (igual que nosotros somos capaces de escuchar sonidos al otro lado de una pared, los detectores escuchan el eco de los objetos al otro lado de estas) y, cualquier objeto «sólido» genera un eco, mayor o menor. En cambio son muy sensibles, necesitan de un ajuste muy fino y pueden generan bastantes falsas alarmas.
¿Pueden trabajar conjuntamente ambas tecnologías?
Existe un tipo de detectores que combinan ambas tecnologías para una mayor eficacia ante una intrusión.
Pincha aquí para saber más sobre los detectores con doble tecnología y tecnología Anti-Masking